¿Olvidar el reír? ¿Dedicarse a llorar? ¿Será que no conocemos la alegría de dar?. Podemos con tan poco disipar el sufrir y empezar, nuevamente aprender a reír... ¡Ah!, si conociéramos la alegría de dar...! Ser amable es... la forma más hermosa de amar. Que reciban los otros siempre nuestra bondad. Ser fuente generosa para todos beber. Reconocerse agua y darse, sin pensar, pues las almas son plantas a las que hay que regar. Benditos, muy felices los que logran decir: "Hoy he dado"; ¡merecen la dicha de vivir!. ¡Tanto se puede dar! ¡Tanto se puede hacer!. A ese niño que pasa, saludarlo con bondad. A la mujer que sufre, trátala de animar. Al hombre que trabaja, se le puede agradecer. Y podemos bendecir y siempre felicitar. Y debemos demostrar que sabemos apreciar; olvidemos el sufrir y dejemos de llorar. Consigamos cada día ¡la alegría de saber dar!. Anónimo